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Festival Ícaro: Cine centroamericano en busca de mercado


El cine centroamericano está en busca de nuevos mercados y, luego de años reflejando el drama de las guerras que varios países de la región vivieron en su historia reciente, intenta llegarle al público a través del humor y otros géneros.

«En este momento hay una experimentación en cuanto a géneros cinematográficos», dijo a The Associated Press Elías Jiménez, director del Festival de Cine en Centroamérica Ícaro, que se inaugura el jueves.

«Hasta los primeros años del Ícaro era muy recurrente el tema de la guerra, todo mundo hacia películas sobre la guerra, luego empezó a haber películas sobre violencia. Ahora están experimentando en otros géneros cinematográficos como comedia, terror, drama romántico, suspenso», agregó. «A nivel económico aún nos hace falta mucho».

En su 17a edición, el festival presenta 188 películas de 32 países. El abrebocas es «Ovnis en Zacapa», una producción costarisense-guatemalteca-mexicana catalogada como comedia, thriller y ciencia ficción, dirigida por Marcos Machado.

La cinta narra supuestos avistamientos de ovnis reportados en el noreste de Guatemala. El personaje principal, Rober Daneri, es un profesor universitario frustrado que junto al equipo de producción de un programa sensacionalista de televisión emprende un viaje a Zacapa en busca de una explicación lógica a estos extraños acontecimientos.

El actor Danieri Gudiel, coproductor y protagonista, asegura que hay un movimiento centroamericano que busca cambiar la visión de consumir solo cine de Hollywood.

«En Centroamérica seguimos estando muy divididos, aquí casi no se ven películas de otros países centroamericanos y es difícil que otros países consuman cine guatemalteco. Lo más común es que hacemos mucho documental y que hay preocupación por mostrar los sucesos de nuestra historia de hace 50 años para acá», dijo Gudiel. «Son los hechos más poderosos de nuestros países y nos hace una historia común, marcados por el elemento de la postguerra, muy poco explotado el sentido del humor, la mayoría son drama y muy pocas comedias, nosotros ahora estamos tratando de explotar eso».

La realizadora costarricense Amanda Castro, quien participa en la realización de Ícaro, valida la realización de documentales centroamericanos con temáticas sobre la guerra en la región: «Es contestataria porque lo que se busca es rescatar la memoria y la identidad». Afirma que las realizaciones deben ser bien valoradas, pues cuentan con buenas producciones a pesar del poco financiamiento y el poco apoyo estatal.

Orgun Wagua, cineasta indígena Cuno de Panamá, considera que en la región hay buenos proyectos que les han representado bien en otros festivales internacionales, y que además en las producciones siempre hay colaboración.

En «Centroamérica siempre ha habido colaboraciones no entre entidades sino entre personas, seres humanos, panameños que han trabajado en Guatemala, guatemaltecos que han trabajado en Costa Rica, salvadoreños que trabajan en Guatemala, siempre ha habido colaboración», dijo Wagua.

Los cineastas coinciden en que es necesario que los estados se involucren fomentando y financiando el cine y en que este arte puede ser una alternativa a la violencia y las carencias que azotan a la región. «También genera empleo», señaló Wagua.

En Centroamérica solo Costa Rica y Panamá tienen apoyos estatales para realizar sus producciones. En Costa Rica y Guatemala hay propuestas de legislación en la materia pero que aún no se concretan.

«Se necesita el apoyo de los estados centroamericanos para continuar con los festivales, pues hasta ahora ha sido un esfuerzo de los propios cineastas de la región», explicó Jiménez.

«Lo que necesitamos es que la gente empiece a pensar que la cultura puede ser útil para formar buenos ciudadanos, pero como tenemos gobernantes atrasados es algo complicado», dijo Wagua.

Los jurados premiaran la calidad técnica y narrativa de las producciones en 16 categorías que incluyen cine de ficción, experimental, documental y de animación a nivel centroamericano e internacional, en corto y largo metraje. También se reconocerán las mejores actuaciones y labores técnicas como fotografía y sonido, entre otras.

Este año el festival Ícaro tiene como país invitado a México, por considerarlo un «trampolín» al mercado internacional y por la calidad y trayectoria de su cine. El director mexicano Gabriel Retes, realizador de cintas como «Flores de papel», «Banderas rotas» y «El dulce aroma de la muerte», asistirá como invitado especial, según los organizadores.

AP