Cada vez que hace teatro en Estados Unidos, Daniel Radcliffe tiene que acostumbrarse nuevamente a lo feliz que está el público de verlo.
El exastro de «Harry Potter» es constantemente ovacionado cuando aparece en un escenario en Broadway, sea en una obra musical o de drama. La primera vez ocurrió en «Equus», en el 2008, y tuvo que hacer un esfuerzo para no reír.
«Simplemente es algo tan inusual en Inglaterra», dijo Radcliffe. «Obviamente, es una señal de que uno gusta mucho y eso es hermoso. Sólo que no sé si es algo a lo que pueda llegar a acostumbrarme».
Mejor será que lo intente. Daniel Radcliffe protagoniza la cruel comedia de Martin McDonagh «The Cripple of Inishmaan» («El cojo de Inishmaan») como el huérfano discapacitado Billy, que en la Irlanda de los años 30 sueña con alcanzar el improbable estrellato en Hollywood.
Montada por primera vez en 1996, la obra es la típica mezcla potente de comedia y crueldad del escritor y director de la violenta e ingeniosa película «In Bruges» («El Brujas») y las obras «The Beauty Queen of Leenane», «The Pillowman» y «A Behanding in Spokane». Esta producción, dirigida por Michael Grandage, debutó el año pasado en el West End de Londres y en Nueva York se presenta en el Cort Theatre.
Las obras de McDonagh están contaminadas de violencia_ manos separadas de sus extremidades, gente torturada de cabeza _ pero Radcliffe dice que «The Cripple of Inishmaan» tomará a algunos por sorpresa.
«La gente que conoce su lado más brutal vendrá a esta obra y se sorprenderá por lo conmovedora que es», dijo. «Es una obra hermosa y triste y espero que haga reír al público a pesar de todo».
En persona, Daniel Radcliffe en siempre cortés y educado, no muestra rastros de ego. Su sensibilidad lo abocó a investigar discapacidades físicas para poder ser lo más realista posible. Aunque la obra sólo dice que Billy sufre de una parálisis parcial, el actor decidió que su personaje tiene una forma de parálisis cerebral llamada hemiplejía.
«Uno está un poco en terreno riesgoso cuando es un actor en buena condición física interpretando a un personaje que vive con una discapacidad. Así que quiero hacerlo lo más auténtico posible y no me refiero sólo a estudiar las mecánicas físicas, superficiales de una enfermedad e imitarlas», dijo Radcliffe. «Es mucho más que eso y creo que sería muy ofensivo que la gente piense que uno puede interpretar una discapacidad simplemente poniéndose un sombrero».
La comedia oscura irlandesa completa un trío de papeles interesantes en Broadway para el otrora niño mago. Al adolescente mentalmente inestable que encarnó en «Equus» le siguió un estafador cantador y bailarín en «How to Succeed in Business Without Really Trying» en 2011.
«Creo que esa es una muy buena muestra de mis gustos y mi personalidad», dijo Radcliffe. «Creo que siempre tuve la idea de que una de las claves para la longevidad es la diversidad. Si haces lo mismo toda tu vida, la gente o se aburre de ti o tú te aburres de hacer lo mismo. De cualquier modo, no es bueno».
Grandage ha visto al actor sumergirse en el papel, con acento irlandés y el lado izquierdo paralizado. Con cada papel que hace ahora, Radcliffe está borrando aquel que lo lanzó a la fama mundial.
«No me extraña que esté teniendo tanto éxito al apartarse de un mundo en el que todos lo conocimos por tantos años abordando proyectos diferentes de distintas maneras con la misma ética laboral y llegando a tales profundidades», dijo Grandage.
El público de Broadway _ independientemente de su generoso aplauso _ tiene un lugar especial en el corazón de Radcliffe, pues le abrió las puertas tras haberlo visto en ocho películas en el papel de «Harry Potter».
«En un momento en el que todo el mundo decía, ‘Ay, él sólo será Harry Potter’, Nueva York dijo, ‘Bueno, vamos a ver. Permitámosle hacer algo más’. Es realmente genial que me hayan dado esa oportunidad», expresó el actor de 24 años evidentemente agradecido.
AP