El próximo villano de Star Wars, Adam Driver, y la actriz italiana Alba Rohrwacher pasan del amor a la destrucción en «Hungry Hearts«, un claustrofóbico thriller romántico de Saverio Costanzo presentado en el Festival de Venecia.
La cinta, que compite por el León de Oro, tiene una engañosa escena de arranque, propia de comedia romántica, que no hace presagiar lo que sigue: un tortuoso camino hacia ninguna parte desde el momento en que ella, Mina, se queda embarazada.
Al principio, él, Jude, trata de aceptar su modo sobreprotector de enfocar la maternidad: no dar al bebé antibióticos, ni carne y, en última instancia, ni aire. Pero llega un momento en que la vida del niño corre peligro, y Jude decide pasar a la acción.
«No puedo decir quién tiene razón y quién no; me limito a mirar a los personajes con ternura«, ha asegurado en Venecia su director y guionista que, al igual que en su anterior largometraje, «La solitudine dei numeri primi«, se ha basado en una novela, en este caso de Marco Franzoso.
Adam Driver, también conocido por su papel de Adam en la serie de HBO «Girls«, ha llegado tarde a la rueda de prensa, donde ha sido recibido con aplausos y, al finalizar, con una avalancha de peticiones de autógrafos.
«Lo que me atrajo de la historia fue esa relación de pareja y cómo pasan de conocerse y descubrir un amor tan carnal y especial, a desatar el conflicto«, dijo Driver, que también se dejará ver en los próximos proyectos de Scorsese y Jeff Nichols.
Pese al comienzo cómico, «Hungry Hearts» oscila constantemente entre el drama y el suspense, sin acabar de decidirse por ninguno.
«No pensé en un género en concreto, sino más bien en la aproximación al cine, sin prejuicios, de John Cassavettes«, explicó Costanzo. «Es un acto de rebelión contra el sistema».
EFE