La película «Mandela: El largo camino hacia la Libertad» se apoya en la «historia de amor» de Nelson Mandela con su país y con su controvertida esposa Winnie, según el actor londinense Idris Elba, que encarna al presidente sudafricano en la película.
Producida por Anant Singh, la cinta, que se estrena hoy en Londres con la presencia de los duques de Cambridge, narra la extraordinaria trayectoria de Nelson Mandela, que a sus 95 años recibe tratamiento en su domicilio de Johannesburgo, en estado crítico tras recaer de una infección pulmonar.
La cinta toma como lente el idilio del venerado icono mundial con la mujer que más lo marcó, Winnie Mandela, con quien estuvo casado 38 años, y recuerda su largo y tortuoso camino hacia la libertad enfatizando el lado más humano e imperfecto de Mandela.
«En esencia, es una historia de amor entre Nelson y Winnie pero también entre Nelson y su país, y de lo que tuvo que soportar para luego ser capaz de perdonar«, sintetizó Elba en un encuentro con los medios en Londres.
Para el actor, que encandiló con su magnético papel de gángster en la serie de culto estadounidense «The Wire«, esa relación «ofrece un punto de entrada a todas estas facciones diferentes de la película: El apartheid, sus orígenes, los problemas de Winnie. Se trata del perdón y de seguir adelante«.
Así lo quiso el director británico Justin Chadwick, empeñado en que la compleja relación entre Nelson y Winnie fuera el «corazón» de la película para mostrarlos «como hombre y mujer; a Mandela como amante, padre, marido o abuelo, como un joven con esperanzas, ambiciones y sueños y a Winnie como mujer, madre y abuela«.
Durante 146 minutos, con un guión de William Nicholson adaptado de la autobiografía de Nelson Mandela, el espectador viaja hasta la infancia rural de Madiba -nombre del clan de Mandela en lengua xhosa-, considerado una de las figuras más importantes del siglo XX.
De allí, Chadwick revisa los 67 años que el líder surafricano dedicó a luchar de forma incansable contra el Gobierno racista del «apartheid«; muestra las vejaciones sufridas durante 27 años en la prisión de Robben Island (Ciudad del Cabo), donde Mandela ingresó para cumplir una cadena perpetua, y culmina con su elección como primer presidente negro de Suráfrica en 1994.
Para dar credibilidad al personaje, Elba, criado en el este de Londres en una familia de clase obrera de padres de Sierra Leona y Ghana, se empleó a fondo para dominar el acento de Mandela y se relacionó con personas que lo conocieron de joven para recrear su electricidad y magnetismo.
Contar la historia de un icono vivo fue una «enorme responsabilidad» para el actor, de 41 años, quien reconoció que «es como si un estadounidense viene a Inglaterra a interpretar a (el actor inglés) Lenny Henry«.
Además, rodar la cinta en un momento en que Mandela se encuentra tan delicado de salud fue «duro» por la «cercanía» que ha llegado a forjar Elba con la familia del expresidente y porque, según admitió, quería que el líder «vea la película y se reconozca en ella«.
La actriz Naomi Harris fue la encargada de dar vida al otro personaje central de la cinta, Winnie Mandela, la mujer más importante en la vida del el premio nobel de la paz 1993 y que está retirado de la vida pública desde 2010.
Interpretar a una mujer «muy, muy compleja» fue para la actriz -Moneypenny en la última película de James Bond «Skyfall«-, «un auténtico desafío«, en el que le ayudó «conocerla personalmente«.
En su charla con los medios, la actriz reconoció que al aceptar el papel «no tenía ni idea de que (Winnie) era tan controvertida» y que, al comenzar a documentarse sobre el personaje, llegó a sentirse «absolutamente aterrorizada«.
Mientras se iba sumergiendo en la vida de Winnie Mandela, una mujer con un «lado oscuro«, Harris admitió que pudo llegar a «comprender por qué escogió el camino de la violencia«.
Winnie Mandela, que pasó de ser la mujer que simbolizó durante años la lucha contra el «apartheid» a verse condenada por fraude y robo en 1991, se separó de Mandela al año siguiente y ambos se divorciaron en 1996.
El expresidente de Suráfrica volvió a casarse en 1998, con 80 años, con la mozambiqueña Graca Machel, viuda del presidente de Mozambique Samora Machel.
EFE