Dos cineastas acusados de homicidio involuntario por un accidente fatal durante la filmación de una película en el sureste de Georgia viajaron a este estado el fin de semana y se presentaron en una cárcel rural, donde pagaron una fianza de 25,000 dólares cada uno antes de volver a su casa en California, dijo el martes su abogado.
El director de «Midnight Rider» Randall Miller y su esposa y socia de negocios Jody Savin se presentaron el domingo en la cárcel del condado de Wayne, a unos 96 kilómetros (60 millas) al suroeste de Savannah, dijo el abogado de la pareja, Don Samuel. El monto de la fianza había sido aprobado previamente, lo que les permitió reportarse en la cárcel rápida y calladamente.
«Entraron y salieron en 30 minutos», dijo Samuel.
Randall Miller, Jody Savin y el productor ejecutivo Jay Sedrish fueron acusados de homicidio involuntario y allanamiento en conexión con el choque ocurrido el día que empezaron a rodar una película sobre la vida del cantante Gregg Allman.
El 20 de febrero, en un puente ferroviario rural en el condado de Wayne, un tren chocó contra el equipo de rodaje matando a Sarah Jones, una asistente de cámara de 27 años, e hiriendo a otros seis. Los investigadores del alguacil han dicho que aunque los realizadores tenían autorización para rodar en propiedad industrial alrededor de las vías férreas, no tenían permiso de trabajar en los rieles.
Sedrish, quien también reside en California, aún estaba arreglando su retorno a Georgia para entregarse, dijo su abogado, John Ossick.
La producción de «Midnight Rider» se paralizó tras el accidente. Allman presentó una demanda civil contra Miller y Savin buscando evitar que sigan adelante con el proyecto, pero las partes llegaron a un acuerdo fuera de la corte cuyos términos no se revelaron.
Miller dirigió el filme de 2008 «Bottle Shock», así como «Marilyn Hotchkiss’ Ballroom Dancing & Charm School» en 2005, «Noble Son» en 2007 y «CGBG» el año pasado. Él y Savin tienen su propia productora independiente, Unclaimed Freight Productions, con sede en Pasadena, California.
AP