La actriz cubana Ninón Sevilla, estrella de películas como «Aventurera», «Señora tentación» y «Yambaó», y quien se convirtió en un símbolo sexual de mediados del siglo XX, murió el jueves, informaron autoridades mexicanas. Tenía 93 años.
En un comunicado, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes dijo que la ganadora de un Ariel murió en la Ciudad de México. No precisó la causa del fallecimiento. La agencia de noticias oficial de México, Notimex, reportó que murió a causa de un paro cardiaco.
En diciembre de 2014 su estado de salud fue reportado como delicado por medios mexicanos. El diario Reforma señaló que la bailarina y actriz tenía problemas del páncreas y el hígado.
Con unas piernas de infarto, unas caderas desbocadas, una nariz respingada y una cabellera rubia bien peinada, que complementaba con un estilo desinhibido al hablar, Sevilla logró encarnar la sensualidad en el llamado género de rumberas de la Época de Oro del cine mexicano, entre las décadas de 1940 y 1950.
Creció en La Habana vieja y de Cuba exportó el mambo, que trajo de la mano de Pérez Prado. También fue encargada de popularizar el chachachá, la conga y el merengue. Sevilla era la creadora de sus propias coreografías, a las que además de ritmos frenéticos, les agregaba coquetos guiños a la cámara y movimientos de boca que exudaban su coquetería.
Sevilla, cuyo nombre verdadero era Neé Emelia Pérez Castellanos, nació en La Habana el 10 de noviembre de 1929, de acuerdo con el reporte de la agencia Notimex. Fue criada por su abuela, quien tenía una gran devoción católica, y estudió en un colegio de monjas. Incluso consideró convertirse en religiosa, pero descubrió su habilidad para la danza y adoptó su nombre artístico en homenaje a la cortesana francesa Ninon de Lenclos.
Comenzó su carrera bailando en centros nocturnos y cabarets de Cuba; después se incorporó al coro de los comediantes Nananina y Tres Patines.
En la década de 1940 llegó a México, su país adoptivo, contratada por el productor puertorriqueño Fernando Cortés para trabajar en el Teatro Lírico de la capital. De ahí pasó al espectáculo de Libertad Lamarque, donde llegó a ser más ovacionada que la célebre actriz argentina. Fue el productor Pedro Arturo Calderón, quien tras observarla en un espectáculo de teatro, la invitó a trabajar en el cine, debutando en «Carita de cielo» (1946), en la que compartía créditos con María Elena Marqués y Antonio Badú.
Sus siguientes películas fueron «Pecadora» (1947), con Emilia Guiú y «Señora Tentación» (1948), junto a David Silva. En la cinta «Revancha» (1948), Ninón alternó con Agustín Lara, con quien también filmó «Coqueta» (1948) y «Perdida» (1949).
El director Alberto Gout ayudó a colocar a Sevilla como una de las grandes figuras eróticas del cine mexicano, consagrándola en «Aventurera» (1949), considerada la cinta clásica del cine de rumberas. Con Gout Sevilla también hizo «Sensualidad» (1950), al lado de Fernando Soler; «Mujeres sacrificadas» (1952), con Roberto Cañedo, y
«Aventura en Río» (1952), rodada en Brasil, donde Sevilla alcanzó a ser una estrella.
Películas de Sevilla como «Mulata» (1954) con Pedro Armendáriz y «Yambaó» (1956), en la que nada desnuda en una escena, fueron las primeras en incluir elementos de la santería y otras tradiciones de la cultura afrocubana en México. Su primera etapa cinematográfica concluyó con la comedia musical española «Zarzuela 1900», rodada en 1959.
Así como tuvo un romance con México, logró encantar a Francia.
Sus películas fueron elogiadas por el cineasta François Truffaut, quien dijo en 1955 sobre «Llévame en tus brazos»: «Es evidente que Ninón Sevilla no baila por la gloria sino por el placer».
Desde 1952, Sevilla derrotó a Marlene Dietrich y Ginger Rogers al ser calificada en Francia como la actriz con las piernas más hermosas del cine, y Edith Piaf la admiraba, al grado que cuando ésta llegó a México dijo que la quería conocer.
También conoció a Dietrich y fue amiga de Rita Montaner, Elena Burke, Olga Guillot y Miroslava Stern, a quien tristemente encontró muerta en su casa en 1955.
Años más tarde, Sevilla participó en la producción de «Noche de carnaval» (1981), de Mario Hernández, por la cual ganó el Ariel a la mejor actriz. También tuvo una participación especial en la cinta «Hoy como ayer» de 1987. Su última cinta fue «Rumbera caliente» de 1989.
Sevilla también desarrolló su carrera en televisión, consiguiendo su papel más notable al lado de Verónica Castro en «Rosa salvaje», de 1987. También participó en los melodramas «Cuando llega el amor» (1989), «Las secretas intenciones» (1992), «María la del barrio» (1995), «La usurpadora» (1998), «Rosalinda» (1999), «Amarte es mi pecado» (2004), y «Qué bonito amor» (2012).
La actriz tuvo un romance por años con Calderón, pero se casó con el médico cubano José Gil, de quien enviudó poco después. Su único hijo, el músico Genaro Lozano «El chamaco de bronce», fue fruto de otra relación amorosa.
En sus últimos años, Sevilla fue interpretada por la actriz Ariadna Pérez Mijares en la cinta «El fantástico mundo de Juan Orol», de Sebastián del Amo, y recibió en 2014 un homenaje de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y la Cineteca Nacional por su trayectoria e influencia en el cine nacional.
«Como Marlene Dietrich, trabajaré hasta el final», dijo en una entrevista con el diario español El Economista en 2009. «Esta carrera es muy linda, muy noble, mi amor, porque te enseña, porque te tienes que graduar en la universidad de la vida».
AP