El director Jorge Gutiérrez y el productor Guillermo del Toro se esforzaron por presentar una película animada sobre el Día de los Muertos con una identidad auténticamente mexicana.
«En mi opinión para ser universal hay que ser particular, el grave error es tratar de hacer una película animada que no sea particular», dijo Del Toro el martes en una conferencia de prensa en la Ciudad de México.
«Teníamos el compromiso de volver la película visualmente, sonoramente, musicalmente, muy sofisticada, pero muy, muy cercana a la raíz nuestra mexicana, sin pedir disculpas ni explicar».
La cinta retrata el triángulo amoroso entre María, una chica guapa e inteligente; Joaquín, un valiente militar, y Manolo, el mejor amigo de ambos quien es un gran torero, pero quiere dedicarse a la música. Se desarrolla en el pueblo de San Ángel, precisamente el Día de Muertos, en el que los mexicanos recuerdan a sus seres queridos fallecidos poniéndoles ofrendas en sus casas o en sus tumbas.
«A mí la Navidad me valía un poco gorro, pero el Día de Muertos me ponía bien cachondo», dijo Guillermo Del Toro sobre el gusto que le daba la fecha cuando era niño creciendo en el estado de Jalisco. «¡Vendían calaveras y esqueletos de todos los tamaños, todas las formas y todos los materiales!».
En la conferencia Del Toro y Aguirre estuvieron acompañados por las actrices Sandra Echeverría y Ana de la Reguera, quienes hacen las voces de María y Carmen, la madre de Manolo, respectivamente.
AP