Los robots no son lo único que ha cambiado en la más reciente entrega de «Transformers». Encabezado por Mark Wahlberg, un elenco completamente nuevo le ha dado una vida más a la popular serie de películas.
«Transformers: Age of Extinction» («Transformers 4: La Era de la Extinción») presenta a Wahlberg como un mecánico que se hace amigo del robot bonachón Optimus Prime.
Mark Wahlberg dio que la idea de unirse a la serie surgió cuando él y el director Michael Bay trabajaban en «Dolor y dinero» del año pasado.
«Nunca he hecho una segunda parte de ninguna de las películas en las que he trabajado y esta es mi primera participación en la serie. Así que en el fondo no es una segunda parte para mí. Simplemente me pareció que sería divertido hacer algo diferente y tenía muchas ganas de trabajar con Michael».
Las primeras tres películas fueron protagonizadas por Shia LaBeouf, y Wahlberg había dicho antes que sentía presión por tratar de llenar los zapatos de otros actores. A pesar de eso no desaprovechó la oportunidad y aunque tiene contrato para hacer otras entregas «no lo haré si Michael no sigue, así que ya veremos qué pasa».
El jueves en el estreno mundial de la película en Hong Kong, Michael Bay elogió a Wahlberg, de 43 años, como un protagonista maduro y con profundidad.
Como padre de cuatro hijos Wahlberg vio sus escenas con Nicola Peltz, quien interpreta a su hija en la cinta, como una señal del trabajo que les depara y dijo que él mismo es muy protector de sus hijas. «No tengo ganas», dijo sobre las posibilidades que se vuelvan adolescentes.
Peltz de 19 años dijo que tomó los consejos de Wahlberg para llegar lista al plató.
«Me dijo ‘Antes de que vayas al plató tienes que conocer tu guion, tus diálogos, todo sobre el guion‘, dijo porque a veces irás al plató y puede que Michael filme una escena que se su pone que no haríamos en un mes. Dirá ‘vamos a hacerla hoy’, así que es muy bueno estar preparado un poco más para una película de Michael Bay».
Otro nuevo integrante del elenco, Kelsey Grammer, dijo que no le importaba hacer de villano por tener una oportunidad de trabajar con Bay. «Es como lanzar muchas cosas al aíre en un momento, y de alguna manera él las recupera y las pone en su película, tiene tantas ideas al mismo tiempo, su mente es tan rápida y tan brillante, creativa, trabajar con él es como estar en una montaña rusa».
Parte de la más reciente película de los robots gigantes transcurre en Hong Kong y China, una señal de la importancia cada vez mayor de China en Hollywood. La tercera película de la serie, «Transformers: Dark of the Moon», sumó 1,100 millones en la taquilla, de los cuales 165 millones fueron de China, su segundo mercado en importancia después de Norteamérica.
Pero no ha sido fácil. Una constructora de Beijing pidió que las funciones en China fueran suspendidas por una disputa de patrocinios, que se resolvió el lunes, es decir después del estreno en Asia. Beijing Pangu Investment Co. Ltd. es propietaria de la plaza Pangu con forma de dragón que sale en la película.
La producción en Hong Kong también se vio interrumpida por dos intentos de extorsión en el plató el año pasado. En uno de los incidentes un hombre trató de lanzar un equipo de aire acondicionado sobre la cabeza de Bay. Uno de los asaltantes fue sentenciado después a 30 meses en prisión.
En una conferencia de prensa el viernes Bay dijo que le pareció que la sentencia fue severa. «En lo personal no quisiera que fuera castigado, estaba drogado y probablemente no sabía lo que estaba haciendo».
Michael Bay agregó que tras el incidente la gente se acercó a disculparse con él a nombre de Hong Kong.
El actor de reparto Jack Reynor dijo que a pesar de esa situación el elenco y el equipo de producción la pasaron muy bien en el plató. «Nuestras experiencias en Hong Kong fueron muy positivas».
AP