De arquero en «El Hobbit» a un Drácula más caballeroso y musculado que sus precedentes cinematográficos. El actor galés Luke Evans pone rostro a una nueva revisión del mito en «Drácula, la leyenda jamás contada«, que inventa un preludio heroico para la historia de Bram Stoker.
«Este Drácula es más humano que vampiro«, explicó a Efe el actor, de 35 años. «No queríamos volver a contar una historia que todo el mundo conoce ya, y que tan bien se ha contado. Aquí se habla más que de Drácula de Vlad, la figura histórica que inspiró la novela».
La historia, ambientada en Transilvania (Rumanía) en el siglo XV, perfila al «príncipe Vlad» como un hombre dispuesto a transformarse en vampiro para salvar a su pueblo de la ofensiva otomana y para defender a su mujer y a su hijo.
«Creo que la película contiene ingredientes para gustar a un público muy amplio«, afirmó Evans, que hizo hincapié en que, a diferencia de otras adaptaciones, como la de Francis Ford Coppola, esta, dirigida por el debutante Gary Shore, es apta para menores.
Evans confirmó a un grupo de periodistas las intenciones de Universal, a la espera de ver los resultados en taquilla, de hacer de este Drácula el comienzo de una nueva saga de «héroes monstruos«, al estilo Marvel, en la que estarían la Momia», Frankenstein o el Hombre Lobo.
«Espero que salga adelante», señaló. «Por mi parte, si el público quiere ver a Drácula de nuevo, yo estaría feliz de repetir. Es un personaje inmortal, puede aparecer en cualquier lugar, trascender el tiempo. Las posibilidades son infinitas«.
Nacido en un pequeño pueblo galés, en el seno de una familia religiosa -fue testigo de Jehová hasta los 16 años-, Evans se ha convertido en los últimos años en una estrella tardía del cine de acción.
Pasó una larga temporada haciendo teatro en el West End londinense antes de presentarse, con 30 años, a su primer cásting cinematográfico en Hollywood para «Clash of the Titans». Después llegaron el «Robin Hood» de Ridley Scott, «The three Musketeers» de Paul W.S. Anderson o la trilogía de «El Hobbit» de Peter Jackson.
«No puedo creer todo lo que he hecho en los últimos seis años, ha sido un auténtico viaje», reflexionó.
«Creo que haber empezado tan tarde tiene más cosas buenas que malas. Cuando hacía teatro podía pasar meses sin trabajar y a duras penas me llegaba para pagar el alquiler. Ahora aprecio más todo lo que tengo y las oportunidades que se me presentan», añadió.
Sobre esa especialización que parece haber asumido en el cine de acción, dijo Evans que se siente «cómodo» con el género «siempre y cuando haya una historia fuerte y emocionante detrás«.
No obstante, aseguró estar abierto a otro tipo de proyectos, como «High & Rise», una película británica «de pequeño presupuesto» que acaba de rodar y en la que compartirá protagonismo con Tom Hiddleston, Jeremy Irons y Sienna Miller.
«Controlo mucho cada una de mis elecciones. Los proyectos que estoy barajando ahora no tienen nada que ver con el cine de acción. Pero quién sabe, ahí tienes a Tom Cruise con 50 años y sigue haciendo películas de acción«, señaló.
«En un futuro me gustaría hacer películas con temática más contemporánea y, sobre todo, comedia, que es algo que he hecho en teatro pero no en el cine», precisó.
En cuanto al proyecto de hacer una nueva versión de «El Cuervo» con él como protagonista, Evans comentó que aún se está reescribiendo el guión, que ya ha pasado por varias manos. «Creo que en los próximos meses tendremos noticias», adelantó.
Fanático de Leonardo di Caprio y de las películas de Steven Spielberg -«Empire of the Sun» es su favorita-, Luke Evans en realidad iba para cantante antes que para actor.
«Me encanta el entretenimiento, son distintas formas de interpretación. De momento ser actor me da lo que quiero. Me siento afortunado de poder decir esto».
EFE