El director argentino Pablo Fendrik dice no haber abandonado el cine de autor con su tercer largometraje, «El Ardor«, aunque advierte que «se toma autor como sinónimo de calidad, y hay autores muy malos».
«Además de buenos o malos, que es una definición espantosa, los autores tienen momentos, vamos experimentando«, afirmó Fendrik en una entrevista a Efe con ocasión de la presentación de su película en el Festival Internacional de Cine de Río de Janeiro, un mes después de su estreno en Argentina.
Según el director, su «momento» en este filme es el de «seguir haciendo cine de autor, pero a otra escala«, puesto que «El Ardor» es un «western» ambientado en la selva y con la presencia de dos protagonistas con tirón internacional, el mexicano Gael García Bernal y la brasileña Alice Braga.
La película narra la historia de una familia campesina que vive cerca de la frontera entre Brasil y Argentina, asediada por el grupo de matones de un terrateniente. En su defensa aparece el misterioso personaje de Gael García Bernal, que intentará rescatar a la hija de la familia, interpretada por Alice Braga.
«Trabajar con actores con tanta experiencia te hace la vida mucho más simple. Es más lo que aprendo yo de ellos que lo que ellos tienen que aprender de mí«, aseguró Pablo Fendrik sobre sus dos protagonistas.
«El ardor» recoge varios guiños a otras películas, «diversión pura» según el director, quien consideró que desde la crítica se inculca a los directores jóvenes que «hacer referencias a determinado cine va en desmedro del sello personal, y yo en este película me permito dudarlo«.
«Si tengo ganas de filmar como Leone, filmo como Leone, si tengo ganas de filmar como Peckinpah, filmo como Peckinpah«, aseguró el argentino.
Su próximo proyecto puede tener que ver con una búsqueda de todo lo contrario, un «universo estrictamente propio» y ajeno a referencias cinematográficas.
«Me encantaría hacer ahora una película sin mirar nada más durante todo el proceso de hacerla, a ver que sale«, confesó el realizador, y añadió que es poco probable que se trate de otra producción de género.
Tras las dos películas que le situaron en el panorama de nuevos creadores argentinos, «La sangre brota» y «El asaltante«, Fendrik aseguró que, con «El ardor», pretende estar «abierto a un público mayor», aunque el director recuerda que siguió teniendo libertad para filmar y no tuvo «ninguna interferencia».
EFE