El desolador retrato del porvenir contra el que la juventud española lucha cada día exhorta estos días al público brasileño, obligándolo a enfrentar una realidad no tan lejana a través del filme «Hermosa Juventud«, dirigida por el español Jaime Rosales.
Una película sobre el aquí y el ahora de una generación abocada a la incertidumbre, presentada por Ingrid García Jonsson, la actriz protagonista, en la 38ª Muestra de Cine de Sao Paulo.
Después de pasar por el festival de Cannes, «Hermosa Juventud» aterriza en la mayor urbe de Brasil acercando a latinoamérica una instantánea angustiosa y angustiante sobre quienes descubren que, quizás, nunca logren un trabajo que les permita vivir con dignidad.
«No creo que esta película vaya a cambiar nada«, aseguró García-Jonsson en una entrevista a Efe.
«Ojalá cambiara más las cosas, pero creo que se quedará en que los pocos que vean la película se irán pensando a su casa», añadió la joven actriz, de 23 años.
Ingrid García-Jonsson destacó la importancia de «dar un hueco en el cine a este tipo de gente«, un espacio que no tienen en la vida real porque «a las personas no les gusta saber que a nadie le va mal».
La actriz, de madre sueca y padre español, encarna a Natalia, una chica sin estudios, sin trabajo y sin dinero que lucha por sobrevivir en una España sumida en crisis.
Pero más allá de la estampa, la sutileza de los detalles contrasta con la dureza de los personajes y la vulnerabilidad con que se presentan, inmersos en las redes sociales, protagonistas de varias escenas del largometraje.
«Creo que el filme refleja bien a un sector de la sociedad, no es una visión demagoga o superficial«, sostuvo García-Jonsson, quien reconoció que tiene «muchos amigos así, que no tienen nada que hacer porque saben que no van a encontrar trabajo o que no siguen estudiando«.
La famosa generación «Ni-Ni» obligada a serlo.
«Los de la película son personajes positivos en un entorno hostil«, dijo la actriz, quien asegura no haber visto la película más que una vez por los recuerdos que le trae.
Y es que la actriz mintió en el casting para conseguir el papel e hizo ver que se parecía a la protagonista, un embuste que le costó caro.
«Jaime, el director, me sometió al protocolo, es decir, me fui a vivir a casa de Natalia, a su habitación, y usaba su ropa, dormía de tres en tres horas, estuve castigada sin que nadie pudiese hablar conmigo durante cinco semanas porque me distraigo mucho«, relató.
«Vivía sola, comía sola, no tenía Internet, estaba muerta del aburrimiento, sólo leía libros que me daba Jaime«, agregó riendo la actriz, quien aseveró que este sistema fue necesario «para llegar al nivel de profundidad de Natalia».
García-Jonsson reveló que «la película me vació por dentro, Natalia abrió partes de mí que yo no conocía«, y agregó que el filme «despierta cosas en mí que no me hacen sentir bien y, como todavía no las tengo muy identificadas, no las controlo».
«Hermosa Juventud» es el primer «gran papel» de la intérprete, que hasta ahora había protagonizado filmes independientes y otros cortometrajes.
Y mientras cosechó su carrera de actriz, García-Jonsson estudió Arquitectura y trabajó de camarera durante seis años, aunque sólo lo dejó porque «estoy viajando tanto que nadie me quiere contratar pero no descarto volver».
EFE