«Pety pode tudo«, de Anahí Borges; «Maria Clara«, de Leonardo Peixoto; «A vida deve ser assim«, de Roberto Burd; «A Rebelio das águas«, de Ag; y «Os sustentáveis«, de Lisandro Santos, inauguraron el ciclo infantil del FESTin, certamen que se celebra en Lisboa hasta el 10 de abril.
La cuarta edición del Festival de Cine Itinerante de Lengua Portuguesa, que comenzó con la proyección del largo angoleño «El Gran Kilapy», incluyó como novedad una muestra de cortos brasileños dirigida para el público infantil.
«Son películas de interés educativo para que los escolares conozcan otras realidades«, declaró la brasileña Adriana Niemeyer, una de las directoras del certamen.
En el ciclo participan unas 60 escuelas primarias de Lisboa y se estima que cerca de un millar de niños portugueses asistan a los cinco cortometrajes educativos, comentó Niemeyer.
Entre las cintas del ciclo, destacan «Pety pode tudo», que se ha presentados en muestras de Rio de Janeiro, So Paulo y Brasília, aborda durante 18 minutos la historia de Petrolina o Pety, una niña imaginativa y soñadora cuyo exacerbado deseo de protección acaba por tener un impacto inesperado sobre uno de sus seres más queridos.
«Maria Clara» es una cinta de 15 minutos que narra las vivencias de una sensible y madura niña a la que el descubrimiento de un amor platónico la lleva a darse cuenta que no vale la pena tener prisa por convertirse en adulto.
El FESTin, que exhibe solo producciones de países de habla portuguesa, homenajea al festival de cine de Gramado, uno de los más importantes de Brasil, y a Angola.
Esta cuarta edición, acogió un encuentro internacional de periodistas especializados en el Séptimo Arte, donde españoles, brasileños, franceses y portugueses debatieron sobre la importancia de los acuerdos de asociación entre los festivales de cine.
Entre las 80 cintas del festival, destaca la cinta brasileña «Colegas«, protagonizado por tres actores con síndrome de Down, que compite en la sección de largometrajes con otras diez películas, la mayoría procedentes de Brasil.
Para poder otorgar premios con dotación monetaria, el FESTin puso en marcha una campaña de financiación colectiva que está muy cerca de cumplir con la meta inicial 3,900 dólares.
EFE
