Una cadena de cines en la capital de Tailandia canceló todas las funciones de la nueva película de «Los juegos del hambre» luego que un grupo de estudiantes planificó una protesta en un teatro contra el golpe militar. Activistas dijeron el miércoles que la policía presionó a los cines para que no exhibieran el filme.
Opositores del golpe militar de mayo adoptaron el saludo con tres dedos de las películas como una señal de resistencia.
El gobierno impuesto por los militares ha prohibido el gesto, que en las cintas simboliza rebelión contra un gobierno totalitario.
Un grupo de estudiantes de la Universidad de Thammasat en Bangkok compró 100 boletos para una función de «Los juegos del hambre: Sinsajo – Parte 1» el jueves, en su día de estreno, en el cine Scala.
Ratthapol Supasopon, uno de los organizadores, dijo que el grupo fue informado por la gerencia del teatro de que las funciones del filme se habían cancelado.
«El teatro nos dijo que estaban incómodos y que querían evitar cualquier problema eventual. Dijeron que no querían verse involucrados en nada político», expresó. «La policía los contactó y los presionó para que no nos permitan realizar el evento».
Un empleado que atendió el teléfono en el cine Scala y que se negó a identificarse dijo que la película había sido cancelada en todos los teatros de la cadena Apex en Bangkok. El filme aún podría verse en cines de otras cadenas.
El miércoles, cinco universitarios tailandeses fueron detenidos por policías y soldados tras hacer el saludo con tres dedos inspirado por la saga cuando el líder de la junta y primer ministro hablaba en un acto.
Los estudiantes, vestidos con camisetas con la frase «No queremos un golpe», se pusieron frente al general Prayuth Chan-ocha mientras hablaba sobre un escenario durante una visita a la provincia de Jon Kaen.
Jon Kaen es el bastión del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, derrocado en un golpe en 2006.
El abogado Sasinan Thamnithinan dijo que los cinco estudiantes fueron interrogados por los soldados, pero no se han presentado cargos en su contra.
AP
