La acción comienza en el 2008 en Detroit, con un informe televisivo del ultraderechista presentador aliado de OmniCorp, Pat Novak (Samuel L. Jackson)
OmniCorp es la megacorporación dirigida por Raymond Sellars (Michael Keaton) que fabrica robots-soldados.
A diferencia de la película de los años ´80 original de Paul Verhoeven, en esta versión el ejército estadounidense ya usa los robots de OmniCorp en los combates en Medio Oriente, pero el uso civil de las máquinas está proscrito en los «robofóbicos» Estados Unidos, en un evidente guiño a la discusión actual sobre los drones.
Para complacer las inquietudes del público estadounidense, Sellars encarga a Dennett Norton (Gary Oldman), un científico éticamente ambiguo, la fabricación de un policía con la precisión de un robot y las emociones de un ser humano: el resultado final es el oficial Alex Murphy (Joel Kinnaman), cuya cabeza es trasplantada a un androide.
Esta versión de Robocop se reace en las manos del director brasileño José Padilha, de quien ya hemos disfrutado éxitos como las dos versiones de «Tropa élite» y «Bus 174»
En resiente rueda de prensa en un hotel en Beverly Hills presentando Robocop, el director de 46 años José Padilha dijo:
«Estamos cerca del momento en que los robots reemplazarán a los soldados. Ya hemos visto drones en el extranjero»…»Pronto, todos los países tendrán que decidir si permitirán el uso de robots en las agencias del orden. Habrá que legislar sobre lo que se permitirá y lo que no. Va a suceder»
En contraste con la versión de 1987 dirigida por Paul Verhoeven, en la nueva «Robocop» el personaje despierta con sus memorias y emociones intactas. Su objetivo es entonces luchar por proteger la poca humanidad que le queda y que se interpone en el camino de su «dueño», el inmoral CEO de OmniCorp.
Por otra parte Joel Kinnaman, actor sueco de 34 años que se ha dado a conocer por su papel de Stephen Holder en la serie policial «The Killing» o por su participación en «Safe House» y «La Chica del Dragón Tatuado», afirmó para hacer el papel de Alex Murphy y tener que actuar con el asfixiante traje de Robocop le dio las herramientas para hallar a su personaje.
«Era sumamente incómodo», dijo. «Me hacía sudar como un cerdo. Tras 20 minutos quería deshacerme del traje».
«Pero se convirtió en la semilla que condujo mi imaginación a entender la vulnerabilidad de Alex Murphy«, prosiguió el actor. «Su cuerpo es poderoso, pero él se siente muy incómodo. (…) Ese traje que debía de haberme hecho sentir poderoso, al final me hacía sentir vulnerable».
Esa vulnerabilidad termina despertando la simpatía de su creador, el doctor Norton, quien tiene con Robocop «una relación similar a la de Frankenstein y su monstruo», según dijo Gary Oldman.
«El monstruo y el científico desarrollan una vinculación de padre e hijo», dijo el actor británico de «Drácula«, quien lleva sobre sus hombros la carga emocional más genuina de la cinta.
Si bien tiene menos escenas de acción de las que habrían querido los fans del género, «Robocop» comienza con buen pie.