«Un monstruo viene a verme» («A monster calls») es el título de la nueva película de Juan Antonio Bayona, pero en los platós de Terrassa (Barcelona, noreste), donde lleva cuatro semanas rodando con Sigourney Weaver y Felicity Jones, el único rastro de la bestia son las huellas de su destrucción.
«Por aquí ha pasado el monstruo«, dice el ganador de un Oscar Eugenio Caballero, director artístico de la película y de otras grandes producciones como «El laberinto del fauno» y «Lo imposible«, al recorrer junto a un grupo de periodistas el decorado de un salón completamente reventado.
Liam Neeson, que pone voz y gestos al ser fantástico concebido por Patrick Ness en la novela homónima, ya ha rodado lo esencial de su parte en Oxford, y la filmación se centra estos días en las tensas relaciones entre Connor (Lewis MacDougall), un niño de 12 años, su madre enferma de cáncer (Jones) y su «estricta» y «controladora» abuela (Weaver).
«Sí, es mi primera abuela en el cine«, confirma la actriz norteamericana de 65 años, que no ahorra elogios hacia Bayona.
«Leo muchos guiones y puedo asegurar que nadie en Hollywood hace películas así. El talento y la visión de Bayona son únicos«, dice durante un encuentro con la prensa al finalizar la jornada de rodaje.
Obviamente, la admiración es mutua. «Le estoy preguntando constantemente cosas de sus películas«, reconoce el director catalán sobre la mítica teniente Ripley de «Alien«, la atrevida científica de «Gorilas en la niebla» o la astuta secretaria de «Armas de mujer«.
Pero Weaver insiste en que no piensa mucho en su dimensión de icono del cine. «Como actriz siempre te estás reinventando y no puedes dejar que nadie te encasille. Me limito a ir de viaje en viaje y tratar de saltar de películas pequeñas a grandes y del drama a la comedia«.
«Un monstruo viene a verme» cuenta la historia de un niño que, cada noche, a las 00:07 horas, recibe la visita de un ser de apariencia temible que comienza a contarle cuentos, mientras que por el día tiene que enfrentarse a la enfermedad de su madre y a las agresiones de algunos de sus compañeros de clase.
«El monstruo aparece para solucionar lo que el niño no puede resolver por sí solo«, explica Bayona. «Lo que más me interesaba de la historia es que trata de que las cosas en la vida no son blancas o negras, sino más bien blancas y negras. Parece un cuento para niños, pero tiene un nivel de complejidad emocional elevado».
Belén Atienza, de Apaches Entertainment, su productora habitual -en alianza con Telecinco Cinema-, considera que hay en el mercado cinematográfico actual una cierta «saturación» de producciones de fantasía que son «carcasas vacías» y que han devaluado el género.
«El interés de la fantasía es que sirve para contar cosas profundas y humanas. Y eso está en el ADN de Bayona como autor«, subraya.
El proyecto de «A monster calls» figuraba en los primeros puestos de lo que la industria norteamericana llama la «black list», la lista de guiones más interesantes para producir, y, sin embargo, según el director de «El orfanato», nadie se atrevía a hacerlo.
«El sistema estadounidense es cada vez más conservador, con sus superhéroes y franquicias. Esta es una película ambiciosa, de fantasía, con efectos especiales, pero también emocional. Las películas que Hollywood no se atreve a hacer se están haciendo en Europa», afirma.
«Y los actores están deseando hacer películas así, igual que para nosotros es un sueño trabajar con ellos«, añade.
El equipo técnico, alrededor de cien personas, es prácticamente el mismo que hizo «Lo imposible», que batió récords de recaudación, y combina el trabajo artesanal más minucioso con la tecnología más avanzada.
«Siempre intento rodar en España, hay pocas oportunidades para las grandes producciones y es necesario un desarrollo industrial. He dado mucho la lata con las desgravaciones fiscales porque estamos dejando escapar puestos de trabajo, y lo mínimo que puedo hacer es intentar rodar aquí«, señala.
Aún les quedan ocho semanas en Terrassa, con parón navideño de por medio. «A monster calls» llegará a los cines en 2016. Bayona ya tiene firmado su siguiente proyecto, la secuela de «World War Z», producida por Brad Pitt.
EFE