En un abrir y cerrar de ojos, Terry Notary puede transformarse en elfo, simio o cualquier otra criatura imaginable en Hollywood.
El experto en actuación para captura de movimiento se especializa en ayudar a llevar personajes no humanos a la gran pantalla. Ha hecho de duende en «El Hobbit», de Quién en «El Grinch» y de banshee alado en «Avatar».
En «Dawn of the Planet of the Apes» (»El planeta de los simios: La confrontación»), que se estrena el viernes en Estados Unidos, Notary interpreta a más de 100 primates. También le enseñó a los astros y dobles del filme a encontrar su lado simio.
«Es como un maestro Zen de los simios», dijo el director Matt Reeves. «Vive en cada fotograma (de la cinta) en el que sale un simio».
Terry Notary demostró su técnica durante una visita reciente al estudio de danza en Hollywood que usa para prepararse para las películas. El compacto y musculoso padre de cuatro hijos se transforma notablemente mientras describe cómo los simios son instintivos y sensatos. Su estómago se suaviza, su cuello y hombros se encorvan, su mentón inferior se asoma. Sus párpados caen ligeramente mientras su mirada asume una cualidad presente pero lejana.
Gruñe y aulla antes de saltar de su silla y andar en cuatro patas. Va rebotando alrededor del estudio vacío con «extensiones de brazos» que desarrolló y que le permiten imitar los movimientos de los simios. De pronto se detiene, como si ha visto una amenaza, y cobra aún más vida, emitiendo fuertes lamentos de aflicción.
Entonces se hace humano otra vez para hablar sobre el proceso.
Notary aspiraba competir en los Juegos Olímpicos mientras se entrenaba como gimnasta en la Universidad de California en Los Ángeles, pero tras recibirse con un título de teatro consiguió trabajo en el Cirque du Soleil. Llegó a Hollywood como doble de acrobacias y de ahí se convirtió en el entrenador más buscado para captura de movimiento, donde los actores son conectados a máquinas que registran electrónicamente sus movimientos para animar de manera más realista imágenes generadas por computadora.
Creó los ágiles movimientos de los Na’vi en «Avatar», le enseñó al Deslizador de Plata cómo surfear en «Fantastic 4: Rise of the Silver Surfer» («Los cuatro fantásticos y el deslizador de plata») e hizo de simio en tres filmes, comenzando por «El planeta de los simios» de Tim Burton en 2001.
«Soy un buen observador del movimiento y comportamiento», dijo el artista de 45 años. «Ese es mi talento, creo».
Notary comienza con una imagen del personaje. Para criaturas imaginarias, puede inspirarse en objetos de la naturaleza. Cuando conceptualizó a los Na’vi, por ejemplo, pensó en juncos bamboleándose bajo el agua, moviéndose con gracia con la energía a su alrededor. Para un duende, pensó en un trozo de papel aluminio arrugado.
«Si lo tiras, tiene bordes duros», dijo. «No va a ser predecible. Será agudo y filoso y no tendrá ninguna raíz».
Para desarrollar su experticie en simios, Notary pasó un tiempo con un par de chimpancés y mucho tiempo observando primates en el zoológico, grabando y estudiando su comportamiento.
«Sólo tome cada videito que pude y lo diseccioné en movimientos», dijo. «Y siempre vi los videos como si estuviera viendo a una persona en un traje de simio, interpretando a un simio. Me hizo darme cuenta de que … todo está en las sutilezas».
Notary tuvo seis semanas para preparar a los actores y dobles de «El planeta de los simios: La confrontación». ¿El primer paso? Librarse de los prejuicios y condición humana y simplemente «ser».
«No se trata de hacer algo, se trata de deshacer», dijo. «Si uno puede retroceder hasta el animal básico y neutras que uno es, uno es un simio».
Despojarse de las tendencias humanas puede tomar semanas, pero una vez que uno lo logra «es mágico», dijo. «Uno está utilizando su instinto».
AP