Geraldine Chaplin encarna en «Dólares de arena» a una mujer de avanzada edad que se enamora perdidamente de una prostituta dominicana, un papel que encandiló en el Festival de Cine de Roma, donde explicó su experiencia.
«Yo no sé conducir pero he hecho películas donde conducía un coche. Hasta ahora no me he acostado nunca con una chica pero soy actriz. Me he muerto muchas veces pero estoy aquí viva«, resumió con humor Chaplin al comentar su experiencia cinematográfica «lesbiana».
La cinta, dirigida por el cineasta mexicano Israel Cárdenas y la dominicana Laura Amelia Guzmán, se exhibió en el Festival Internacional de Cine de Roma, donde la hija de Charles Chaplin comentó su papel en entrevista con Efe.
La actriz señaló que trabajar en esta producción «ha sido todo un regalo» dado que, después de ver su anterior trabajo, «Jean Gentil» (2010), quedó prendada de su cine.
Por esa razón aceptó sin pensárselo dos veces la propuesta de los directores, a cuyos oídos había llegado el gusto de Chaplin por su obra.
«Dólares de arena» es un drama que narra la historia de amor entre Anne (Geraldine Chaplin), y una prostituta local, Noeli (Yanet Mojica), que aspira a vivir en el Viejo Continente.
La relación sentimental entre ambas, separadas por un gran trecho de edad, está marcada por la contradicción ya que mientras la anciana está perdidamente enamorada de la dominicana, esta solo ve a Anne como un mero instrumento para lograr su objetivo.
El aspecto homosexual de la cinta responde para la actriz a una necesidad de «pragmatismo» ya que la muchacha, como muchas otras en la República Dominicana, está abocada a hacer de todo para sobrevivir, «para llegar a mañana».
El filme, que cosechó un sonoro aplauso por parte de la crítica capitolina, está inspirado en la novela homónima del escritor argelino Jean-Nol Pancrazi («Les Dollars des sables») quien relata en el libro su experiencia con un hombre dominicano.
El novelista se mostró satisfecho de la adaptación durante una rueda de prensa celebrada tras la proyección y resaltó «su elegancia«, que le hizo recordar su propio idilio en la isla caribeña.
Sin embargo los directores, presentes durante el encuentro con Efe, explicaron que decidieron cambiar la versión masculina de la obra de Pancrazi por dos papeles femeninos como protagonistas por una cuestión de «naturalidad».
Con esta relación lésbica los cineastas han querido resaltar la preocupación de una por la otra, una suerte de «sensibilidad y delicadeza femenina» que de otro modo no habría podido lograrse, razonaron.
Tanto Cárdenas como Guzmán señalaron que el gran reto durante el rodaje de la cinta, de siete semanas, fue unir a una «eminencia» como Geraldine con una muchacha como Yanet, sin experiencia previa en el mundo del celuloide.
La actriz estadounidense recordó divertida que una noche en la República Dominicana, ella y los directores se toparon en una discoteca con una mujer que bailaba «de escándalo» e impartía clases de salsa: Yanet Mojica.
La directora se acercó a ella y le propuso el papel en «Dólares de arena», a lo que accedió «pensando que se trataba de una película de acción».
Mojica, «una mujer salvaje» para Chaplin, vive en Santa Bárbara de Samaná y ha tenido que buscarse la vida desde que con 13 años perdiera a su padre -asesinado- y su madre emigrara a España a la búsqueda de un mejor futuro.
«Dólares de arena» tuvo su estreno mundial el pasado agosto en el festival de Toronto y, posteriormente, fue presentado al concurso de Chicago, donde Geraldine Chaplin se hizo con el premio a la Mejor Actriz.
Los directores auguran a su trabajo un largo recorrido que le llevará a pasar por otros certámenes en Egipto, la India o Brasil, adonde la actriz se desplazará la próxima semana para la clausura del festival de Sao Paulo.
EFE