En la azotea de un hotel lujoso en la zona elegante del oeste de Los Ángeles, el director Esteban Crespo parece sorprendido y contento. Mucha gente de la industria cinematográfica, el gobierno español y admiradores han venido a ver su cortometraje nominado al Oscar y también a conocerlo.
«Me he dado cuenta de que es muy importante la palabra Oscar. Ya sabes, cuando afuera no se conoce algo, parece como más importante pero aquí también es importante. Es curioso, ¿no? Ellos que están acostumbrados, que es algo suyo, lo agrandan y si eres nominado te tratan con mucho respeto. Hay mucha reverencia, que es normal desde fuera, pero que haya aquí me sorprende», dijo Crespo, luciendo casual con sus pantalones kaki y su suéter azul.
Su corto «Aquel no era yo» compite este domingo por el Oscar con el francés «Avant que de tout perdre», el danés «Helium», el finés «Pitaako Mun Kaikki Hoitaa?» y el británico «The Voorman Problem».
La cinta de ficción relata la dramática historia que viven una cooperante española y un niño soldado en África al que quiere ayudar y rescatar. Nació del deseo de mostrar las vidas de los niños soldados y de homenajear la labor altruista de quienes arriesgan sus vidas para ayudarlos.
Aunque el año pasado ganó el Goya al mejor corto de ficción y ha sido reconocido con 90 premios en festivales nacionales e internacionales, un Oscar sería un logro tremendo, explicó.
«Sé que ganar el Oscar sería importante para el mundo del corto del que yo vengo. Llevamos varios años que el corto español va ganando mucho premios. Nos falta el Oscar. El Oscar te puede gustar más o menos, pero es el premio más grande a nivel cinematográfico. A lo mejor no es el más justo, a lo mejor no es tal, pero sí es el que suena más, el más emblemático».
Personalmente, la experiencia de estar nominado «es una cosa que ni siquiera me había permitido soñar» y que le está abriendo puertas. Ha presentado su película en la ONU y muchos otros lugares, ha conocido mucha gente de la industria, se ha reunido con agentes y managers y lo han invitado a los Premios Spirit.
«La nominación ya me está dando mucho. Voy a ser un nominado para toda la vida», dijo. «Los otros cuatro directores que han estado nominados han tenido carreras largas. Si es que el Oscar me promociona esas carreras, pues, ya habrá merecido la pena».
Debido a que filme es la única producción española presente este año en los Oscar, ha recibido mucha atención en su país. Además, de ganar sería el primer corto español laureado con un Premio de la Academia.
«Como soy el único español acá, nada, da igual que sea un corto. Parece como si hubiéramos subido de división, de pronto subimos a primera división», expresó, tras recalcar que «a nivel cinematográfico sería un triunfo para España» y «a nivel temático … un triunfo para las ONG que están trabajando para erradicar esa lacra que es que existan niños soldados».
Pero Crespo se toma toda esta atención también con cautela. Dice que Los Ángeles «es una ciudad muy aduladora», donde «de repente parece que eres bueno y es fácil creértelo».
«Soy muy consciente de que es un cortometraje, de que soy muy afortunado y que he tenido mucha suerte en llegar aquí. No es ni mucho menos el mejor corto del año», puntualizó. «Hay muchos cortos que se merecían también estar aquí y lo estoy viviendo como experiencia maravillosa que lo voy a recordar el resto de mi vida».
AP