Al escuchar los nombres de Quentin Tarantino y Charles Manson bajo un mismo concepto es inevitable pensar en que será una cuestión sangrienta. Y si alguien parece capacitado para meterle mano a un tema tan escabroso y californiano como el del psicópata y su clan asesino, ése es el realizador de Knoxville, especialista en lidiar con cuestiones gráficas y despertar admiración por ello.
Según The Hollywood Reporter, el director de Pulp Fiction también será el guionista de la historia sobre La Familia, el apodo con el que era conocido el grupo de seguidores de Manson, condenado a cadena perpetua por una serie de asesinatos en el verano de 1969, incluyendo el de la mujer del director polaco Roman Polanski, Sharon Tate, embarazada de ocho meses.
Los detalles sobre la producción, dando sus primeros pasos, aún son escasos, pero sí se ha confirmado que los hermanos Weinstein, habituales colaboradores de Tarantino, apoyarán financieramente el proyecto y que una parte de la historia estará dedicada a Sharon Tate, asesinada a cuchilladas pese a implorar clemencia para salvar la vida de su bebé.
También se ha hablado de una nómina de impresión con la que está tratando de contar Tarantino para el proyecto.
De momento, han sonado dos nombres, el de Brad Pitt y el de Jennifer Lawrence, con la intención de comenzar a rodar en verano del año que viene y tener lista la cinta para septiembre, en plena temporada de proyección de las candidatas al Oscar.
Además de la fuerza de la temática por lo sangriento y conocido de los asesinatos de Manson, el proyecto ha generado multitud de comentarios en redes sociales por tratarse de la primera cinta de Tarantino basada en hechos reales.
Servirá el filme para recordar las siete muertes del estío del 69 a manos del clan del dueño de una cadena de supermercados, Leno LaBianca y su mujer Rosemary, y los de la noche anterior.
Cuatro seguidores de Manson fueron a una casa en Los Ángeles con la idea de matar a un productor musical, el dueño de la vivienda.
Allí se encontraron con Tate y amigos suyos que estaban de visita y no dudaron en cometer la masacre.