A punto de cumplir 50 años, el próximo septiembre, la italiana Monica Bellucci se encuentra feliz de su situación y del momento que vive y asegura: «no me gustaría cambiar nada en mi vida«.
Separada el año pasado del actor francés Vincent Cassel tras 14 años juntos y dos hijas, la actriz se mostró hoy espléndida en el Festival de Cannes, con un ajustado vestido rojo con lunares negros, donde presentó el filme «Le meraviglie«, de la italiana Alice Rohrwacher, en el que realiza un pequeño papel.
«Estoy ya contenta de estar viva y de haber llegado a esta edad«, dijo ante la pregunta de cómo se enfrenta a los 50 años. Y agregó: «espero poder continuar así porque tengo mucho que aprender aún y soy madre de dos niñas pequeñas que me necesitan».
E insistió: «soy muy feliz, me siento mucho mejor, sé que todo el mundo dice esto, pero yo me siento ahora mejor y no me gustaría cambiar nada en mi vida«.
Una vida en la que tiene un espacio muy importante su trabajo, el de actriz, que le permite vivir «experiencias humanas», conocer a otras gentes y otras culturas.
Por eso, aseguró que para ella no es importante si su papel es el protagonista o un secundario, como en el caso del filme de Rohrwacher.
«Cada papel tiene su propia intensidad y en pocos minutos puedes tener la oportunidad de transmitir algo intenso«.
Eso es lo que ocurre con su papel de «Le meraviglie», en el que da vida a una presentadora de televisión con aire inaccesible de diva, que es una pura fachada.
«Cuando Alice me habló de este papel sabía que iba a permitirme transmitir algo muy potente«, dijo la italiana, que considera que «los actores no hacen nunca papeles al azar».
«Me encontraba en un momento de mi vida en el que este papel me era necesario«, el de una mujer «con una fuerza sincera», una pequeña participación que no podía rechazar. «No se puede renunciar a un papel como éste, es como la cereza en el pastel».
EFE